Síndrome rotuliano
Osteopatía y Método Kyma
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El síndrome rotuliano, también conocido como “síndrome de dolor patelo-femoral”, es una afección común que afecta la zona de la rótula (patela) de la rodilla. Se trata de una condición en la que la rótula no se mueve correctamente y frota contra las superficies del fémur, lo que causa dolor e inflamación.
Hay varias razones por las que la rótula puede no moverse correctamente en el síndrome rotuliano. Estos son algunos de los causas comunes:
- Desequilibrio muscular: Los músculos que rodean la rodilla, especialmente los cuádriceps, son responsables de la flexión y extensión de la pierna. Si estos músculos no están equilibrados en términos de fuerza o flexibilidad, esto puede causar una tensión desigual en la rótula y dificultar su correcto movimiento.
- Inestabilidad de la rótula: Si los ligamentos que mantienen la rótula en su lugar son débiles o dañados, la rótula puede moverse lateralmente (hacia afuera) o medialmente (hacia adentro) de su posición normal, lo que puede provocar dolor e inflamación.
- Malformación anatómica: Algunas personas pueden tener malformaciones anatómicas que pueden afectar la forma en que se mueve su rótula. Por ejemplo, una malformación en la cadera puede causar un mal alineamiento del fémur y la rótula, lo que resulta en fricción y dolor.
- Biomecánica inadecuada: La mala biomecánica de la cadera y la rodilla puede causar movimientos incorrectos de la rótula que pueden resultar en fricción y dolor.
Los síntomas más comunes del síndrome rotuliano son un dolor agudo y persistente alrededor de la rótula, que puede empeorar con la caminata, subir o bajar escaleras, carrera y actividades que involucren agarrar y extender la rodilla.
Las causas pueden ser variadas, pero los factores más comunes son los desequilibrios musculares, lesiones previas, el uso excesivo de la rodilla, el sobrepeso y una malformación anatómica de la rodilla.
El tratamiento del síndrome rotuliano depende de la gravedad de los síntomas y de la causa subyacente. En la mayoría de los casos, el tratamiento incluye una combinación de terapia física para los músculos alrededor de la rodilla, ejercicios de estiramiento, modificaciones de la actividad para evitar los movimientos que empeoren el dolor, analgésicos y antiinflamatorios.
En los casos más graves, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para corregir la posición de la rótula o reparar daños al cartílago. Sin embargo, la mayoría de los casos de síndrome rotuliano responden bien al tratamiento conservador y la mayoría de las personas pueden recuperar su nivel de actividad normal con el tiempo y una terapia adecuada.